martes, 16 de octubre de 2012

Hay tantos perros como fueguitos para Galeano


Y sí, somos únicos, cada cual y cada quien. Quizás exista cierta tipificación que pueda combinarse tanto como para que seamos únicos, pero en definitiva existen varias variantes que entremezcladas podrían dar en la tecla. Tampoco somos tan copados los seres humanos como para diferenciarnos tanto de los perros. A los que no nos preocupa perder el tiempo observando pavadas del comportamiento humano y canino podemos encontrar cierta similitud. Pensaba, no? Está claro que me gustan los perros, sobretodo los de variedad genética que se entrecruzan lo suficientemente como para ser raza con identidad, el famoso perro Cachi de la calle. O somos tan arrogantes que pensamos que el perro no puede desarrollar personalidad y carácter? Lo cierto es que abrí la puerta del “contexto inmediato”, ese algo que te rodea conocido o desconocido, ese viaje en Bondi de celular en mano con poca batería que te reconecta con el afuera, esa mesa dominical en familia, esa rondita amiguera con BuBu de por medio, ese espacio profesional lleno de tipitos en ambo, puffff… y cómo cuesta procurar ser objetivo, es como pretender mover una montaña, es el terreno de los imposibles, pero lo mismo uno insiste! Si estamos hechos para hacer lo imposible! Y la verdad que vivimos en un mundo de perros. Con perritos que son desagradables, perritos insoportables, perritos orgullosos, perritos que llegaron para quedarse?, perritos fantasmas, perritos que son todo, perritos que llenan de pulgas el culo y el alma; que te disparan el corazón  a batir como loco, que te hacen correr, en dirección contraria, pero también de los otros que querés que se fundan con vos en uno solo para llevártelo siempre puesto, perritos petulantes, perritos primitivos, perritos que no tolerás que tengan 90 años, perritos chiyones, quejosos, en fin… es lo que hay (afortunadamente!)
Hay algunos que me pueden; de odio, de amor, de ambos, de estupor, de espanto, de vibra…pero profundicemos un poco más:
Cada tanto me encuentro con el típico “perrito del desplazamiento”; el que tanto amor recibió, al que tanto se lo justificó; verdaderamente un perrito producto de cierta dinámica apañatoria. Nunca se siente responsable de su situación, jamás nota siquiera cierta responsabilidad por lo que es y lo que hace, si todo es culpa del otro!, Claro, somos todos los fueguitos que lo amamos los responsables de todas sus miserias. Ciertamente perrito muy autodestructivo e intimidatorio, el del dedo acusador! No menos denso que el “perro que nunca enamoró” a nadie más que al progenitor, ese perro que no tiene encanto, “charm”, que de tanto esforzarse por ser copado termina  cansando, deja de ser para creer que es y todo ronda alrededor de un supuesto narcisismo para reconfirmar lo que todos ya sabemos: no logra enamorar. El que sí enamora (hablamos de todo tipo de amor, no necesariamente el conyugal) es el “perro que todo lo dá”, el perro entregado, el incondicional; pero su vida es tan dedicada al otro que sólo tiene cuatro “otros” que lo completan porque no hay más horas en el día y no hay más espacio para otros. Es el perro que ama a unos poco, pero tampoco quiere amar a más; y en ese intento anda por la vida desapercibido y desperdiciado; porque es un perro al que le cuesta realizarse en su individualidad. Pero qué elixir si tenés la fortuna de ser uno de los cuatro "otros"! Jajaja!
Paradójicamente el perro más temido, el “perro que fue abandonado”, el que conoce el amor pero no en todos sus colores, el que sabe lo que es la pérdida, pero quizás demasiado. El que sabe lo que es ser golpeadito, pero que de tanto acostumbrarse al sol picante que desgarra la piel, cuero ya,  no sabe cómo disfrutar del sol calentito de la primavera que le abraza tímidamente el pericardio. Ojito, ojete, que este es complicado (gente de ventrículo izquierdo hipertrofiado abstenerse: infarto latente) Cómo se juntan los pedacitos de un perro abandonado saliendo ileso en el intento?  Porque es un perro que tira tarascón de miedo.
El “perrito justiciero” que transita pensando que tiene tanto para dar que no le va a alcanzar con la vida! Pobrecito cuando pisa hondo, no saben lo que le cuesta estirar la mano y lo vulnerable que puede ser.
Insoportable como el “perro que vive en la cresta de la ola” hay pocos! El que dá cátedra, el que dicta el taller de vida. Es capaz de enseñarte a respirar! De interior muy triste porque no desagota, no se permite compartir ni a sí mismo sentirse looser por una vez! Y quién está exento de eso!? Es totipotencial. Diametralmente opuesto al “perrito cero voluntad”, eternamente cansado de la nada. Hay que ponerle motor pero también hay que cargarle nafta todos los santos días, a ese perrito o se lo abandona o te impregna de la nada misma y te succiona el espíritu. Qué difícil crecer con ese perrito!!!!!
El “perro conformista”, que no logró  que alguien tirara ancla a su lado y cree que por eso tiene licencia a transcurrir por transcurrir y conformarse. Es el perro cobarde tb porque no sabe cómo patear el tablero.
El “perro alardadeor”, no labrador ni ladrador, “alardeador”. Es el perro que la tiene clara, pero no como el que surfea sobre la cresta de la ola, es el que fantasea con que es capaz de reírse de sí mismo, el que habla sin ningún tipo de tapujo sobre sus experiencias sexuales, tanto bochornosas como descomunales. Encierra mucha melancolía y disconformidad, esa disconformidad que no es pujante ni laboriosa para superarse. Corazón tan tierno, le cuesta salir adelante en sus vidas de relación. Uahuuuu! Releo esa frase y suena al horóscopo!!!! Jajaja! Pero faltaría a la verdad si no lo escribo porque es cierto, no encuentran espacios. Son solitarios sin pretender serlo.
El que es odioso es el “perro crítico y cítrico”, juzgador y disociador por excelencia. El que tiende a incorporarse permanentemente en grupos de autoayuda, mal llamados grupetes sociales (na que ver con la web, hablamos de grupetes sociales de carne y hueso) quién sabe si para lograr cierto protagonismo humano, tapar agujeros solitarios que no logran cubrir con un buen libro, alguna actividad, bla, bla. Seguro de sí mismo  así que no titubea en juzgar, y lo que es peor, compartirlo públicamente. Ni qué decir si este perro está bueno y desborda de hormonas, entonces este mix te dá el “perro quilombero”, el que Intima con medio grupo! Jaja! Y te lo pudre.
Inofensivo, denso y torpe como el “perro cartón pintado”, es el clásico perrito que no tiene dónde caerse muerto, repleto de modismos y afecciones gestuales, es el boludo que le gusta que le digan cheto y no llega a fin de mes. El que habla pa´ el ojete, vió!? Jajaja! Este perro me colma de ganas de ponerle una zapatería en el culo!! Sí, no logro disimularlo. Al que le tengo mucha más paciencia es a su variante, pero trucha, del “perrito pupilent”! jajaja! Sin palabras!
El “perrito simbiotizado” que encuentra pareja y se acabó todo. Ya no vive sin mirar cómo respira el otro, genera cuentas de correo y Facebook con nombres combinados de ambas partes! Sube compulsivamente fotos siamesas! Exagera en melocidades públicas. Lo habrás notado, este perrito me sulfura! Perro boludo si los hay, ojo que vuelven cansados a la cucha.
El “perro mamasa” (Edipos na´que ver con mamá, ya sé que mamá hay una sola para ustedes) es adorable! Cuando se te piantan los lagrimones es en el único que pensás. Ese abrazo, el calorcito, el olor, la comprensión! Me encanta! En mi caso particular tengo tanta suerte que el perro mamasa y el perro que todo lo dá SON EL MISMO!
Bue, todos tenemos nuestra jauría! Con perros atractivos, perros desagradables, perros admirables, perros más, perros menos, es lo que nos tocó. No hay que conformarse, pero vale la pena que le demos color! Me recuerda una canción de Cindy Lauper …" and I see your true colors and that s why I love you so don t be afraid to let them show, your true color”… Se puede perdonar cualquier cosa, menos la hipocresía!





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