sábado, 10 de noviembre de 2012

Ese extraño ser catatónico que algunos llevan bien adentro


Por qué será que existe gente que lleva dentro un extraño ser enjaulado del que estúpidamente se avergüenzan? Quizás les tome una vida descubrirlo, otra más manifestarlo. Dos vidas? Yo que sepa, esa instancia no existe (salvo para los que creen en la reencarnación, lo mismo supuestamente te formatean). Así que de cuantas grandezas cobardemente frustradas nos estamos perdiendo? Nos estamos perdiendo todos nosotros, el inmediato que aprecia y rodea a este individuo que insiste en reprimir a esa supuesta fiera, ese que en realidad no es él, sino otro que simula ser y que apacigua al supuesto monstruo enjaulado. Monstruo para él, pero para nosotros? Será monstruo!? No sabemos, en raras oportunidades nos permiten vislumbrar un pequeñito rayo de luz de ese otro encerrado. Saben qué? La mayoría de las veces ese “otro” está muy copado, lo que pasa que si lo desenjaularan correrían el inconmensurable riesgo de que el potro se largue desbocado a cabalgar. Terrible perder el control, no? Jaja! Qué psicopateada my god!
Me explico? Supongo que no mucho. Desenmarañemos este burdo intento de análisis así se aclare un poquito la historieta:
Vamos a darle espacio a nuestro amigo Freud  que  en definitiva es el que la manyó y cómo llegamos a esto:
…”Freud, en su segunda teoría acerca de la estructura del aparato psíquico, distingue tres instancias fundamentales:
§  El Ello: Su contenido es inconsciente y consiste fundamentalmente en la expresión psíquica de las pulsiones y deseos. Está en conflicto con el Yo y el Superyó, instancias que en la teoría de Freud se han escindido posteriormente de él . (para que se entienda: es el que quiere hacer lo que se le cante, al que le importa nada las consecuencias y el qué dirán, es el libre, es el osado, es el loco, el que no tiene límites)
§  El Yo: Instancia psíquica  actuante y que aparece como mediadora entre las otras dos. Intenta conciliar las exigencias normativas y punitivas del Superyó, como asimismo las demandas de la realidad con los intereses del Ello por satisfacer deseos inconscientes. Es la instancia encargada de desarrollar mecanismos que permitan obtener el mayor placer posible, pero dentro de los marcos que la realidad permita. Es además la entidad psíquica encargada de la defensa, siendo gran parte de su contenido inconsciente. (es el más polite, es el diplomático, es el que ordena para que no desesperemos, amalgama el Ello con el Superyo e intenta que no se maten, claro que a veces no lo logra con éxito y ahí aparecen los “síntomas”,  los “mecanismos de defensa”).
§  El Superyó: Instancia moral, enjuiciadora de la actividad yoica. El Superyó es para Freud una instancia que surge como resultado de la resolución del complejo de Edipo y constituye la internalización de las normas, reglas y prohibiciones parentales . (este es durísimo, es el rompe pelotas que siempre te taladra diciendo: “esto no corresponde, esto sí corresponde”; claramente relacionado con el puto complejo de Edipo y reglas parentales. Por extensión, de la mano de lo “socialmente aceptado”. Es el que odiamos, pero no podemos desterrar, es el que te dice soberbiamente…”el parricidio está prohibido”… What the fuck!?)
La teoría psicoanalítica fue construida sobre la premisa de que los deseos inconscientes, especialmente los representantes psíquicos de los impulsos biológicos y sexuales, son parte central de la motivación de la personalidad humana. Freud postuló que los trastornos neuróticos (y también otros trastornos mentales) tenían una causalidad psíquica, es decir, fundamentada no en lo orgánico, ni en lo hereditario, sino en un retorno de lo reprimido en forma de síntomas. Postuló que las fantasías y deseos reprimidos, por su carácter inaceptable para el sistema consciente, habían devenido inconscientes, pero mantenían sin embargo su eficacia psíquica. Freud plantea que los contenidos inconscientes tienen un carácter indestructible y que las representaciones de las pulsiones están permanentemente tratando de abrirse paso hacia la conciencia para lograr algún tipo de satisfacción, aunque sea amenguada o sustituta.
Las funciones específicas desempeñadas por las tres entidades no siempre son claras y se mezclan en muchos niveles. La personalidad consta según este modelo de fuerzas diversas en conflicto inevitable…”


  Bueno, ahora que tenemos las herramientas básicas de trabajo, pido por favor ninguno se pegue un tiro.
  Volvamos a lo nuestro,  hablábamos de esos “perritos- fueguitos” torturados por su ELLO y SUPERYÓ que no logran que el YO los concilie y es tan fuerte el ensortijamiento de sentires que prefieren encriptar la cuestión catatónicamente y brindarnos, egoístas, una puntita de su iceberg “políticamente correcta” que permanentemente se asusta de ese otro yo escondido y analizador que le ofrece de vuelta al espejo una imagen de supuesto “bicho”. Es que probablemente mostrarse es correr el riesgo de que los ojos del otro te confirmen la teoría de ser bicho y ese dolor es muy choto (científicamente le dicen al dolor choto: ANGUSTIA). Ahora, qué pasaría si el otro te desmiente la teoría y te devuelve una imagen plena de luz y alter ego!? Lo mismo, el riesgo de la primer teoría puede sobre la segunda y, le gana. Otra resolución sería lograr que aunque el otro te confirme que sos un bicho a vos te chupe un egg. Esta última nunca nadie sabe cómo lograrla con éxito!!! QUÉ BUENO QUE ESTARÍA! Pero claro, el SUPERYO siempre te está incriminando para que jamás logres que realmente te chupe un egg.
  Es que el miedo dónde radica? En no ser aceptado? Estas condiciones del carácter son inherentes al que viene “golpeadito de infancia”?
  Si sirve de algo: Yo un día desperté y decidí no tener más miedo a la no aceptación y abrí un blog y empecé a escribir, saben qué? no perdí ningún amigo, no perdí un solo amor, ninguno pensó que se me había soltado la cadena, lo supieron desde siempre (la que no sabía que lo sabían era yo, medio trabalenguas), porque del vamos me aceptaron y me dejaron entrar, y los dejé entrar…
Y simpre el mismo eco… el miedo… el miedo… el miedo… decía una imagen: …”Qué harías hoy si no tuvieras miedo?”… HOY YO TE CONTESTO Y SE LA TIRO A ESOS QUE A VECES SE SIENTE “BICHO”: SERÍA YO!!!       y sí dá, siempre dá!
No tiene una mente retorcida quien quiere sino quien puede.
Volvemos al mecánico que lo espera “su gordita” todas las tardes para sacar el banquito a la vereda y tomarse unos mates y hablar de fútbol. Ese tipo que no tuvo la oportunidad de meter toneladas de pavadas en su cerebro intelectual, probablemente sea mucho más feliz y menos torturado que muchos de nosotros!!! 
…“es que vos pensás mucho, no analices, dejate llevar, viví el hoy, bla, bla”…
 Qué fácil que sería, no?


La Manzana

Manzana sola en la fuente,
¿qué hace sin Paraíso? Nadie ve
su cicatriz amarga.
¿Me pregunta a dónde fue el secreto
de irse por tanta puerta
cerrada, alto el crepúsculo
firme, la cara que
sueña, sueña, sueña,
sin importar lo que perdió?
En un rincón, el viento
mueve la sombra de las hojas.
(Juan Gelman).

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