martes, 4 de diciembre de 2012

Que valga la diferencia diría Adán


Cuántas veces se hace el amor sin hacerlo, y cuántas para hacerlo no hay que hacer nada!?

  Cometí el exceso de reducir mi marcha y escuchar lo que él le decía a viva hormona. 
Y vos, tonta, no lo calles! Dejalo ser aunque lime tu timidez.
Moría porque ella se hiciera cargo!
Y Tigre explotaba en maderas, en tilos, en río, en la ilusión de algún niño o en la herida, quién sabe, de un corazón que pasaba por ahí y sin querer lo escuchó hablándole.

Rafal Olbinski
Que el poder de una mujer pueda desatar las más estrepitosas tormentas, mezcla de vuelo mental y literal sexo desenfrenado, no es novedad. Sagaz Arma de la cual muchas, ya enteradas, hacen uso y abuso; violento credo de adolescentes y tímida flor que se regala al más escondido y tímido amante. Baluarte de la más exultante mujerzuela o de la más recóndita e hipócrita Señora. Nos guste o no, todo ha de gestarse por ahí, entre dos piernas, en la punta de una lengua, al pie de una oreja o con el “no te toco” de la yema de los dedos.
Y creo que a los treinta y pico la mujer florece en su máxima esencia y comprende visceralemente todo esto. Y lo valora, y lo saca, y lo guarda, y lo vuelve a sacar… Porque de eso va la vida. Tan sólo detenerse a mirar el pistilo de una flor, su ciclo…

Queda claro que lo arriba escrito es de mi autoría, suave; aún un poco avergonzada. Entonces, recuerdo una gran amiga poeta que, con mayor experiencia, audacia y superioridad literaria, escribió desde sus entrañas cosas de por demás bellas y que coinciden en nuestro amor por el Tigre y su Delta. Vale la pena que les regale alguna de sus poesías y también destacar que es ganadora de grandes premios. Todo mi admiración para esta mujer que desborda sensualidad y le rompe el cráneo a  cualquier hombre.


Sonia Del Papa Ferraro
Arrullo de casuarinas sobre el río

me lleva hacia el ocaso. 

Mi garganta se funde con el viento,

y es un canto mi voz que se libera.



Hay un temblor de la noche, 

un vaticinio.

Un silencio de lluvia hay en la casa.

Se dejan oír esas gotas, 

la nostalgia de cristales quebrados.



El cielo y la tormenta 

se juntan esta noche para amarse.

Duerme la isla.

Mi guitarra y mi voz se han apagado.


Viaje

No nos invaden ya los naufragios.

En este vendaval que inventa y que perfora

hemos creado alas resistentes,

para elevar los ojos como las flechas del campo.

Los duelos aun no se terminan

en este lecho de boca, piel humedad,

de nuevo piel, boca 

beso, humedad y roce.

Gira el mundo sobre un ocaso

que reanuda todas las auroras,

las desgrana en miles de rompientes, 

en velámenes cansados,

rutinas trepanadas de distancia.

Demoler órdenes, 

la luz de la madrugada, 

si fuimos o no fuimos,

la curva de mi cadera

y a contraluz , mi espalda.







1 comentarios:

Ay querida Amiga.... No sé si merezco tanto....Y yo que pensé que lo que tenia quue leer en este blog, y ya era Todo para mí, es esa dulzura poética encubierta que escribiste y dice:" Y Tigre explotaba en maderas, en tilos, en río, en la ilusión de algún niño o en la herida, quién sabe, de un corazón que pasaba por ahí y sin querer lo escuchó hablándole." (quér hermoso....!!!!!!!!!) pero aquí encontré publicadas mis tormentas, mis ocasos, mis rompientes, mis auroras y también mis lluvias, todo el amor del Tigre flotando entre mi pelo, como una mujer, abrazando al rio. Gracias Abril, vos sos la talentosa leona, llena de magia y ojos llenos de sueños, y gracias a Dios sos mi amiga!!!!

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